En Chubut se elaboran y comercializan productos deshidratados a granel o fraccionados, totalmente naturales y con estándares de calidad que satisfacen la demanda nacional e internacional.

La rosa mosqueta es una rosácea silvestre, nativa del sur de Europa y Norte de África, traída a América del Sur hace casi dos siglos. Es un arbusto de altura media de entre dos y tres metros, con ramas espinosas y flores de pétalos blancos y rosados. Después de la polinización, el fruto se desarrolla en forma ovalada. Su color, inicialmente verde, evoluciona hacia el amarillo, naranja y finalmente rojo en la madurez. En su interior contiene una gran cantidad de semillas que aportan hasta el 70% del peso del fruto.

La rosa mosqueta ocupa extensiones muy importantes de la Patagonia, especialmente en los valles ubicados al pie de la Cordillera de los Andes donde las condiciones climáticas y geográficas son óptimas para su desarrollo.

Con el fruto de la rosa mosqueta se elaboran productos alimenticios como jaleas y mermeladas, sopas e infusiones. A partir del procesamiento de las semillas, se obtiene el aceite destinado a productos cosméticos.

Estos productos cumplen con las normas de certificación de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), regulación NOP del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y directiva CEE Nro 2092/91 de agricultura biológica de la Unión Europea.

 

En la provincia de Chubut hay cinco plantas procesadoras de rosa mosqueta.

Tres de ellas son secaderos abocados a la producción de cascarilla y otras 2 son plantas que se dedican a la molienda de la semilla para la elaboración de aceite de uso cosmético y medicinal.